No creo en talismanes, amuletos o reliquias, pero de vez en cuando hay objetos que me ayudan a recordar cosas importantes.
Tengo montones guardados, como cartas de amistades de cuando era niña, peluches que me han regalado en diferentes ocasiones, borradores, figurillas y hasta ropa que ya no me sirve, ni queda pero a la que le tengo aprecio.
Digo que no soy superticiosa, pero a veces me pregunto porque no me quito de la muñeca un brazalete que me vendieron engañosamente en un bazar oaxaqueño, brazalete con el que pedí un fuerte deseo. Quizás por eso, sí, seguramente por eso, temo el día en que el brazalete se rompa por un accidente o por tanto uso.
2 comentarios:
Cambiamos con el tiempo, hasta de gustos, recuerdo que odiaba el apio, hoy lo como, odiaba las aceitunas, tomar vino, los olores perfumados y resulta que hoy no. Pero no es que cambiemos sino que nos adaptamos al mundo. :D ¿será la edad?
Nosostras somos las mismas, internamente... Saludossss, abrazozssss
En cuanto a gustos de comida permanezco igual: no puedo comer champiñones, me dan desconfianza; el chile, me enchila más de lo que veo normal y a la crema de vaca siempre le saco la vuelta jajajaja.
Pero de que nos adaptamos al mundo, claro, de otro modo todos seríamos un conjunto de locos conviviendo diariamente, no crees?
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